Parece que hoy en día el tema de moda en el mundo del business es ‘volverse ecológico’. Los movimientos de grandes empresas por tratar de reducir las emisiones de carbono, utilizar energía más ecológica y mejorar su efecto sobre el medio ambiente, suponen un giro hacia un futuro más sostenible. Sin embargo, en un momento en el que lo “verde” está de moda, nos preguntamos cuántas de estas afirmaciones son greenwashing o lavado verde, pintando a las empresas de forma positiva cuando en realidad sus prácticas están lejos de ser sostenibles.
El “lavado verde” es la venta excesiva de los esfuerzos de “ecologización” o sostenibilidad de una empresa o corporación. Estas instituciones pasarían más tiempo afirmando que son verdes para usarlo como herramienta de marketing que implementando prácticas sostenibles. Este supone un problema real a la hora de determinar la validez de las afirmaciones de una empresa o marca, ya que es extremadamente difícil conocer si dicen la verdad o no.
En los titulares de esta semana, el gigante de la moda Zara, ha sido acusado de “greenwashing” en un intento de cambiar el enfoque de su participación en la industria de la moda rápida. En una entrevista con Vogue, tres directivos de Inditex hablaron sobre el impacto medioambiental de la marca de moda europea. Prometieron que todo el poliéster, algodón y lino producido por la compañía será producido de forma sostenible en el año 2025. Sin embargo, cuando se enfrentan a afirmaciones hechas en 2012, según las cuales Zara redujo los plazos de entrega desde el diseño hasta el producto entregado en sólo 13 días, la imagen que Zara intenta transmitir de moda lenta y sostenible puede ser muy discutida. Aquí aparece un cambio de marketing, que no productivo, ya que siguen lanzando innumerables nuevos estilos a nivel mundial cada semana. Zara fue convocada por la fundadora y activista de la Eco Age, Livia Firth, en su Instagram, donde afirmó que “en promedio, Zara lanza 500 nuevos diseños a la semana, 20.000 al año”. Esto contradice directamente su afirmación de que “no sentimos que estemos haciendo una cantidad masiva de ropa” – la respuesta de Livia a esto fue “sí, claro”. A pesar del obvio intento de Zara de seguir la tendencia de la moda sostenible, se debería dedicar más tiempo a su contribución a la industria de la moda rápida, en lugar de comercializar un pequeño cambio como una revisión completa de los esfuerzos de sostenibilidad de la compañía.
El Informe de Sostenibilidad de Ventas 2015 de Futerra ofrece 10 reglas básicas para evitar el greenwashing:
1. Lenguaje fluido: Palabras o términos sin un significado claro (por ejemplo, “ecológico”)
2. Productos verdes vs. compañía sucia: Bombillas eficientes hechas en una fábrica que contamina ríos
3. Imágenes sugerentes: Imágenes que indican una impresión verde injustificada (por ejemplo, flores que florecen en tubos de escape)
4. Reclamaciones irrelevantes: Enfatizar un pequeño atributo verde cuando todo lo demás no lo es
5. El mejor de la clase: Declarando ser un poco más verde que el resto, aunque el resto sean terribles.
6. No es creíble: “Cigarrillos Eco-friendly, ¿alguien?” Tratar de hacer a un producto dañino ecológico no lo hace más seguro.
7. Tonterías: Tecnicismos e información que sólo un científico podría comprobar o entender
8. Amigos imaginarios: Una etiqueta que parece un respaldo de un tercero… excepto que ha sido inventado a propósito
9. No hay pruebas: Podría ser correcto, pero ¿dónde están las pruebas?
10. Mentira descarada: Afirmaciones o datos totalmente inventados
En Supreme Creations nos esforzamos por no contaminar. Aunque hacemos afirmaciones sobre la sostenibilidad y la naturaleza ética de nuestros procesos de fabricación y productos, nunca tratamos de sobrevalorarnos. Entendemos que no todos las empresas son perfectas, y siempre se puede hacer más para mejorar nuestras medidas de sostenibilidad. Sabemos que siempre hay compensaciones y sacrificios que deben hacerse a lo largo de la cadena de suministro, lo que significa que el producto o proceso no es tan ecológico como podría ser. Por ejemplo, fomentamos el transporte marítimo en lugar del aéreo, aunque a veces sólo podemos utilizar el aéreo debido a las necesidades y expectativas de nuestros clientes.
Constantemente estamos tratando de encontrar formas de mejorarnos a nosotros mismos. Recientemente, hemos implementado lo siguiente:
1. Ahora utilizamos energía 100% renovable en el Reino Unido como parte de nuestro consumo de electricidad.
2. Hemos desarrollado un laminado 100% biodegradable dentro de nuestro saco hecho de almidón vegetal. Hacemos todo lo posible para reciclar telas de desecho.
3. Tenemos acceso al algodón reciclado y a la malla no tejida con certificación Global Recycled Standard.
4. La mayoría de nuestras tintas a base de agua son vegetales y cumplen con la normativa REACH.
5. Nuestra fábrica ya no empaqueta las muestras en bolsas de polietileno, en su lugar usamos sobres de algodón y relleno de periódico para mantener la forma.
6. Fomentamos el transporte marítimo en lugar del aéreo, algo habitual entre muchos de nuestros clientes.
7. Utilizamos una de las casas de teñido de primera calidad en la India, certificada por la Junta Ambiental de la India para no causar ningún efluente tóxico.
8. Y hemos introducido una opción de cuero vegano de alta calidad con el certificado vegano de nuestros productos y procesos de producción.
A pesar de todos estos cambios, seguimos creyendo que podemos hacer más. Siempre estamos buscando nuevas formas de reducir nuestros efectos negativos y aumentar nuestro impacto positivo en el medio ambiente. Somos transparentes en todos nuestros esfuerzos y procesos, y como somos un fabricante podemos proporcionar transparencia en toda nuestra cadena de suministro. Creemos que se debe dedicar más tiempo a la implementación de prácticas de sostenibilidad, en lugar de comercializar nuestro negocio como completamente sostenible. Las acciones deben ser tomadas por el bien del planeta, más que por la autopromoción de un negocio. Las industrias de la moda y textil son algunas de las que más contribuyen a la contaminación y al cambio climático, y por lo tanto las empresas de estas industrias necesitan trabajar juntas por el bien de nuestro planeta.