
(Aurel H París)
Todos sabemos que la moda rápida es un gran problema que actualmente enfrenta la industria textil. Vivimos en una cultura de “ver y comprar ahora”, donde la gratificación instantánea alimenta y motiva a las masas. En pocos minutos puedes ver un vestido usado por tu influencer favorito, buscarlo y comprarlo, sin tener que salir de los confines de tu cama, y mucho menos de tu casa. Al día siguiente llegará, lo llevarás, te encantará y harás alarde de él en redes sociales, porque si no está en Instagram, ¿te lo has puesto siquiera? Sin embargo, después de esa noche, o de la cena, o del evento social, la pieza de ropa se abrirá camino de nuevo en tu armario para no volver a ser usada nunca más. Vivimos en una época en la que el coste de nuestra ropa es astronómico, nuestros armarios rotan constantemente a medida que los últimos estilos llaman nuestra atención, y las compras de la semana pasada se convierten en un recuerdo lejano. Esta frivolidad, esta decadencia, esta adicción a querer siempre más es lo que está contribuyendo a una crisis climática, así que ¿qué se puede hacer para detenerla?
Dejar de comprar moda rápida no significa que haya que dejar de comprar ropa. Los estilos, las formas y las preferencias de cada uno cambian con el tiempo, por lo que es natural querer refrescar tu armario de vez en cuando, pero esto no significa tener que comprar algo necesariamente nuevo. Hay muchas maneras de cambiar de estilo sin tener que salir a la calle. La ropa vintage es excelente para aquellos que aman la ropa con historia, o quieren invertir en artículos de diseño, y significará que su consumo es más circular. Para estilos más actuales y artículos más baratos, descubre la increíble aplicación de moda Depop. Esto viene a decir que la ropa no deseada de una persona tiene una nueva vida en tu armario, lo que es mejor para el medio ambiente y para tu cuenta bancaria. O si te ha gustado una ganga, prueba y busca las etiquetas adecuadas en tiendas de segunda mano. Estas llamadas cápsulas de tiempo ya no están dedicadas sólo para nuestros mayores, sino que cada vez más millenials se están volviendo más conscientes de cómo su consumo está afectando al mundo que nos rodea, razón por la que están recurriendo a tiendas de segunda mano para donar prendas y evitar que acaben en un vertedero. Para encontrar más artículos de lujo o de alta gama, busca tiendas de segunda mano en los mejores barrios – nuestros favoritos Salvation Army en Mayfair (a la vuelta de la esquina de Vogue House), o British Red Cross en Chelsea.
Si crees que no necesitas más complementos en tu armario (yo, personalmente, necesito dejar de comprar ropa, o tendré que comprar un nuevo armario), piensa en volver a usar algunas de tus prendas al fondo del cajón inferior. Nos olvidamos de la ropa que ya tenemos, nuestras mentes están tan enfocadas en la próxima compra que nos olvidamos de los artículos que nos gustaban hace unos pocos meses. La creación de un “armario cápsula” puede ayudarte -cada mes escoge unas cuantas prendas clave de tu armario que puedes mezclar y maximizar a través de una variedad de looks; rotar esto cada mes significará que puedes sacar el máximo provecho de tus 20 pares de jeans diferentes.
O si todavía necesitas un nuevo look, pero no tienes el corazón (o el presupuesto) para más ropa nueva, entonces intenta renovar la que ya tienes. Cambia tus vaqueros de todos los días cortando y deshilachando el dobladillo, o agregando algunas rasgaduras estratégicamente colocadas para obtener un nuevo y más moderno aspecto. Si tus prendas de punto no parecen ni mucho menos frescas, pasa una cuchilla de afeitar por las bolitas para devolverles su antiguo esplendor. O, si eres más aventurera, o tienes algunas habilidades artesanales ocultas que quieres descubrir, prueba a añadir parches a las chaquetas o a los vaqueros, o añade un parche a tus viejas camisetas con algún bordado ingenioso.
Si todo lo demás falla y es absolutamente necesario comprar algo nuevo, entonces presta atención a las marcas que se esfuerzan por fabricar ropa de una manera más sostenible. Algunas de nuestras marcas favoritas son:
- Reformation : Toda la ropa se hace en su fábrica ética y sostenible en Los Ángeles a partir de tejidos sostenibles como materiales de stock reutilizados.
- Veja: Veja reivindica condiciones ecológicas y de comercio justo y trabaja con cooperativas de pequeños productores y asociaciones sociales en Brasil y Francia.
- Re/Done: Esta marca con sede en Los Ángeles reconstruye vaqueros vintage y utiliza la tela para hacer nuevos vaqueros en una plétora de diferentes cortes y colores.
Y si necesitas despejar tu armario, no te limites a coger los bolsos negros. Intenta vender tus propias piezas no deseadas en eBay o en Depop, y haz realidad los sueños de los demás. No donar a la caridad, regalar a la familia y amigos, o reciclar tus recuerdos de ropa, significa contribuir al desperdicio textil innecesario y de tiempo, dinero y esfuerzo que se puso en la fabricación de la prenda.
Como empresa, intentamos dar nuestro mejor paso para alejarnos de las prácticas de la industria de la moda rápida. Producimos bolsas que pueden ser reutilizadas más de 5.000 veces, que están hechas de materiales sostenibles en una fábrica ética donde las trabajadoras son tratadas dignamente y respetadas como las increíbles personas que son. Queremos crear bolsas que gusten, se usen y reusen con orgullo, sabiendo que el proveedor es una marca que ética y sostenible.
Esperamos que esto muestre que la entrega al día siguiente de vestidos de 5 libras no es la respuesta, y que por el bien de tu cuenta bancaria, el espacio en tu armario y el bienestar del planeta, opciones más sostenibles deberían ser consideradas.
Daisy de Supreme Creations